En una muestra de apoyo y solidaridad para con la tesis de Licenciatura de Hugo Álvarez, que se centra en la evolución de la alometría de caracteres sexuales de especies del género Corydalus (Megaloptera), algunos integrantes del Grupo de Ecología de la Conducta (GEC; Miguel Rivas, Aldo Carrillo, Martín Serrano, Hugo Álvarez, y aunque externa al grupo, Kenia López) se reunieron para colectar especímenes vivos de Megaloptera, en Apulco, Puebla. Tras manejar tan sólo 1 hora y media desde la ciudad de Tlaxcala, el GEC arribó al sitio de colecta, y tras levantar sin mayores complicaciones un campamento, procedieron a preparar las trampas de luz que (supuestamente) atraen a adultos de Megaloptera. Aunque esa noche la lámpara de luz negra mostró una incapacidad total para atraer Megalopteros (la lámpara era nueva y no se le había permitido cargarse al menos 12 horas), los integrantes del GEC confiaron en que al día siguiente podrían capturar algunos adultos.
El día 30 de Octubre se organizó una visita a las cascadas de Apulco, en un intento por capturar larvas de Megaloptera y quizás algunos odonatos adultos. Sin embargo, el mal clima del día anterior había causado estragos en la región, por lo cual el agua del río era turbia y helada, lo que impidió la búsqueda de larvas de Megaloptera. Un aura similar rodeó la colecta de Odonata. Debido a esto, el GEC decidió visitar la ciudad de Cuetzalan, en donde pudieron comer en un lujoso restaurante con terraza y comprar víveres para esa noche, así como equipo de necesario para dormir a campo abierto (ver más abajo). Ya de regreso en el campamento, se procedió nuevamente a la colocación de la trampa de luz, que nuevamente, por razones misteriosas, fue incapaz de atraer a sus presas....y de funcionar. Sin embargo el cielo estrellado ofreció para aquellos de piel de piedra (por el frio) un espectáculo inigualable de estrellas fugaces.
El 31 el GEC visitó la cascada 'Las Brisas', en Cuetzalan, en donde, a falta de adultos de Megaloptera, Hugo fue capaz de colectar larvas y de paso de dar una breve plática sobre estos insectos a un grupo de niños. El resto del grupo colectó algunas especies de libélulas, lo que probablemente constituya nuevos registros para la zona. Las especies que si pudieron ser identificadas fueron Hetaerina occisa y Orthemis ferruginea. Otras especies fueron colectadas pero aun no han sido plenamente identificadas hasta nivel especie. Dichas especies pertenecen a los géneros Argia, Archilestes y Mycrathyria. Entre otras cosas, pudimos echar un vistazo a lo que probablemente sea el futuro de las áreas sujetas a ecoturismo constante. Para algunos es un panorama triste, pero parece que será lo único que podremos hacer para conservar ciertas áreas. Por la noche, la tan esperada hora de colecta de Megalopteros no llegó nunca. El GEC comenzó a pensar que dichos animales no existen...o que la lámpara nunca iba a funcionar.
El 1 de Noviembre el GEC se preparaba para volver a sus respectivos hogares, sin embargo por insistencia de uno de los miembros (enojado siempre y con la tendencia de mandar correos interminables) se acordó permanecer una noche más en Apulco. Durante el día el grupo visitó Zacapoaxtla, en donde se hizo de víveres para soportar la noche. Así, sin lámpara negra (pero con un excedente de papas y carne asadas, chiles rellenos y cebollas al carbón), el GEC pasó la noche hablando de ciencia. Para algunos, esta fue la noche más fría.
Finalmente, el 2 de Noviembre vio la partida del GEC. Tras un viaje de alrededor de 2 horas y cuarto, el grupo llegó a Tlaxcala y de ahí algunos miembros partieron a sus hogares en Puebla o el D.F. Para un servidor, no existieron momentos insignificantes durante el viaje; eso, me parece, es lo que queda en el corazón, incluso un poco más que la ciencia....aunque es por ella que estamos reunidos.
Dr. Martín Alejandro Serrano Meneses
Coordinador del GEC
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